COMUNICACIÓN DE MALAS NOTICIAS
Una mala noticia siempre es mala. no puedes cambiar la
realidad ni es conveniente adornarla.
El objetivo no es evitar el dolor sino dar la noticia
evitando un mayor impacto psicológico y facilitar que se pueda asimilar la
noticia de forma más equilibrada.
Si se da una mala noticia de forma adecuada, puedes evitar aumentar el dolor de las víctimas y dejar al afectado en un grave estado de confusión e
incomprensión de lo sucedido. Además de dar la mala noticia, intenta
ofrecer información de los pasos necesarios que se debe emprender desde ese
mismo momento
Buckman (1984) define una mala noticia como aquella “que va a cambiar de forma grave o adversa las perspectivas del paciente sobre su futuro” Comunicar es intercambiar mensajes entre individuos, donde se articulan múltiples elementos. No solo se pone en juego la palabra, sino también la comunicación no verbal que incluye la mirada, la expresión, la postura, los gestos entre otras cosas.
Todas estas características de la comunicación pueden determinar la eficacia del mensaje que se quiere trasmitir6. Este mensaje debe ser claro, sencillo, breve, con palabras simples no coloquiales y orientado a un objetivo bien definido que el paciente y / o la familia comprendan lo que quiero trasmitir.
El receptor, es aquella persona a quien va dirigida la comunicación, quien decodifica el mensaje, debe tener interés por el tema. Debe estar en un momento favorable y con una actitud positiva hacia el emisor ya que los problemas o acontecimientos personales, familiares o laborales pueden disminuir temporalmente la receptividad. Pero además el lugar en que se da la mala noticia no puede ser cualquier lugar, tiene que ser el adecuado y no haya interrupciones. Sabemos que esto no es fácil en la práctica médica habitual, pero
debe ser tenido en cuenta. El que recibe una mala noticia, recordará quién, en qué lugar, en qué momento y en qué forma le fue comunicada. Más allá de lo que impacta emocionalmente el contenido, la forma en que se le dijo es un factor determinante para la adaptación del paciente y la familia a la nueva situación
La comunicación de malas noticias es una práctica inherente al acto médico, una situación frecuente y una de las tareas más difíciles a las que estamos expuestos porque el hecho de no estar preparados para ello puede comprometer las competencias humana y técnica que necesitamos para hacerlo adecuadamente. Pero comunicar se aprende y no hemos sido preparados para ello, lo que es fundamental conjuntamente con el mantenimiento de una adecuada relación médico paciente (RPM). En esta relación que se establece entre dos seres humanos, el médico intentará ayudar, acompañar al paciente durante el trascurso de la enfermedad y el enfermo se entregará al cuidado de éste. Para que esto suceda, la RPM debe ser adecuada, sino sería utópico hablar de esta manera.
¿Cómo abordar la comunicaciónde malas noticias?
Así como las malas noticias pueden ser de muchos tipos, es decir desde informar al paciente que tiene una enfermedad oncológica o una enfermedad crónica o que quedará con una secuela, la forma de abordarlas también lo es. Sin embargo Buckman describió una serie de pasos que ayudan en este procesos
1. -Preparar el entorno. Es fundamental la privacidad, dejar que el paciente si así lo desea se encuentre acompañadopor familiares o amigos.
2.- Permitirles que se sienten.
3.- Escuchar sin interrumpir, sin mostrar apuro, darle
tiempo.
4.- Mantener los teléfonos en silencio y pedir que no pasen llamadas
Responder a los sentimientos y reacciones del paciente. En este punto se hace referencia
a la empatía, a ponerse en el lugar del otro. Si no estamos dispuestos a apoyar al paciente, no debemos darle una mala noticia. Aquí el lenguaje no verbal es muy importante y pequeños gestos del médico, le dan seguridad al paciente como poner una mano sobre su brazo. Si se percibe que siente miedo, hay que preguntarle ¿a qué teme?, podemos responder las preguntas que aparezcan o respetar su silencio.